James Fairwheather

Veterano jamaicano de la 2ª Guerra Mundial
”Ví la devastación que la guerra causa, y que las mujeres y niñ@s son las principales victimas. ‘Si fraternizábamos con el enemigo’ corríamos el riesgo de ir a prisión militar, pero de todos modos les dábamos de nuestras comidas.”

           

Stephen Funk, marine de EEUU, encarcelado por 6 meses por rehusar irse a la guerra en Irak.

“No soy partidario de la inclusión de gays en el ejército porque personalmente no apoyo la acción militar.”

 

Shimri Tzameret, israelí insumiso, tras dos años en prisión ganó su derecho a no servir en el ejercito.
“Desde hace años sé que nunca formaré parte del ejército. Estoy tan seguro de ello como de que nunca le daré una patada  a un vagabundo tirado en la acera, ni violaré a una mujer, ni abandonaré a un hijo cuando lo tenga.”

 

Harriet, Refugiada en Inglaterra, huída del ejército ugandés
“Me enrolé en el ejercito por que ahí podría obtener los medios para poder cuidar de mis hij@s. Pero encontré abusos, agresión sexual, violación y tortura”.. . .

 

Rev. Dorothy Mackey, STAAAMP

(Supervivientes Denunciando Abusos del Personal Militar)

”En mis primeros 5 años de servicio en el ejercito de EEUU, fui violada 3 veces, 2 de ellas por doctores militares durante consultas de Obstetricia-Ginecología”.

 

Alex Izett

Sobreviviente del Síndrome de la Guerra del Golfo
”Comencé mis 40 días en huelga de hambre para pedir una investigación pública en el Reino Unido que reconociera que los veteranos habían sido envenenados por su propio país”.

 

Camilo Mejía, sargento del ejercito estadounidense, nueve meses en prisión por rehusar volver a Irak.
“Preferiría ir a la cárcel por deserción que matar a un niño por error. De la cárcel se acaba saliendo, pero uno nunca se repone de haber matado a una criatura”
 

Disponible en VHS  (PAL/NTSC) o DVD, 45 minutos, precio £7

Producido por Payday, una red de hombres que trabaja con  la Huelga Mundial de Mujeres